HACER PODER

NUESTROS MIEDOS, NUESTROS FANTASMAS, NUESTROS, SIEMPRE NUESTROS

Cuidado con las emociones que activan positivamente el  sistema nervioso (ira, enfado, rabia, furia,...), son adictivas por sí solas, por su gran poder/intensidad emocional, con una apariencia de justicia y protección, con la firme creencia de que es lo ideal para solucionar los problemas, lejos de eso, nos atrapan engañándonos.

Hasta el punto, que las buscamos HASTA CONSCIENTES, para huir de las demás emociones (tristeza, confusión) CON LAS QUE NOS SENTIMOS APAGADOS y SIN ENERGÍA. De esta manera no nos deja tregua, porque sí nos encontramos sin ellas, no somos capaces de seguir activos/sentirnos bien (engañosamente).

Al final, son un cúmulo de síntomas somáticos (tensiones, malestar general, dolores musculares, ansiedad…) y no dejar que las demás emociones actúen, que nos de un equilibrio para valorar, y gestionar las opciones de aprendizaje, que necesitamos para que nos ayuden, por un lado, a superar y por otro, a estar mejor adaptados y seguros para las siguientes experiencias.

Por lo que, en realidad no es más que una respuesta a nuestros propios miedos.

Vencer el miedo con seguridad y valentía, sin defensa ni ataque.