DEJAR... PARA COGER... el viaje de tu vida.
Se dice mucho, "deja de ser así" "debes ser de esta manera".
Perfecto, me parece muy bien, gracias, hasta me genera un subidón de energía vital, incluso por un momento, me da la impresión que durará en el tiempo.
Pero no es así, es como si en un instante alguien me despertara de un buen sueño, aunque no es un sueño sino la vida misma y el despertar es vuelta al estado de ese "mal sueño" .
Pero no es así, es como si en un instante alguien me despertara de un buen sueño, aunque no es un sueño sino la vida misma y el despertar es vuelta al estado de ese "mal sueño" .
Lo cierto es que ese instante, es más importante de lo que puede parecernos, porque nos focalizamos en la frustración sin saber que aunque pequeña sensación, es suficiente para garantizar que tenemos capacidad para sentirlo, por lo que debemos tomarlo como algo valioso, ya que es una demostración (aunque haya durado un instante) de que podemos generar energías positivas desde nuestro interior. Una vez más, nos dice que somos capaces y tenemos todo lo que nos hace falta para ello.
Pero, ¿qué es lo que sucede que no lo hacemos?, porque necesitamos un entrenamiento dirigido desde la perspectiva psicológica, una serie de estrategias que generarán en nuestro cerebro nuevas conexiones formando percepciones de bienestar, cada vez que se haga se harán más frecuentes, hasta que ser más constantes. Todo esto trae lejos de parecer un arduo camino, aunque sí un camino de esfuerzo y perseverancia, uno lleno de satisfacción plena.
Pero, ¿qué es lo que sucede que no lo hacemos?, porque necesitamos un entrenamiento dirigido desde la perspectiva psicológica, una serie de estrategias que generarán en nuestro cerebro nuevas conexiones formando percepciones de bienestar, cada vez que se haga se harán más frecuentes, hasta que ser más constantes. Todo esto trae lejos de parecer un arduo camino, aunque sí un camino de esfuerzo y perseverancia, uno lleno de satisfacción plena.
Aplicado a lo que estamos tratando, decir que puede ser como un viaje, un viaje muy deseado, pero que necesita planificación y esfuerzo para que sea realidad. Esto no significa que no vamos a disfrutar hasta que consignamos hacerlo, pues lejos de ello, la clave está en disfrutar más de ese esfuerzo si cabe, planes, retos para conseguirlo y demás infortunios, que en realidad es lo que vale la pena, más que en sí el viaje mismo, porque es el premio y no el esfuerzo por su consecución (proceso para conseguirlo).
Así es la vida, se toma como un reto hacia un desarrollo, una mejora, una meta, un cambio..., será siempre un esfuerzo que valga la pena, primero saber como hacerlo y luego en el proceso sentirse plenos de verdad.
Así si, dejamos de hacer cosas que nos bloquean el foco positivo de nuestra vida y aprendemos a generar, cueste lo que cueste, cosas que abran nuestros horizontes dirigidos a esa vida plena tan querida, merecida y deseada.
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