jueves, 13 de octubre de 2016

CARTA A MI MENTE.

Mi querida mente:
Hoy te escribo, después de tantos años que nos conocemos y llevamos juntas.

Perdona, perdona de verdad, porque siento mucho el no haberlo hecho antes, pero como tú muy bien sabrás, estaba entretenida con las cosas que pensaba que necesitaba, con mis aprendizajes, unos algo útiles a mi parecer, pero los más y por desgracia, totalmente banales.

Yo sé que no es excusa, porque el escribirte para decirte y que sepas de mí, es lo más importante que debe ser para mi vida, ya que sin ti a mi lado, nada soy, nada puedo hacer y sentir de verdad, ni siquiera ayudar a nadie por mucho que yo quiera o haya querido, he aquí mi gran error que asumo con todas sus consecuencias.
Ahora que ya me he disculpado y reconocido mi falta, sin excusas.


Te quiero decir, que me ha encantado conocerte, descubrirte, siento el tiempo que ha he tardado en hacerlo, se que en mi interior sabía y te oía siempre que tú me señalabas,  de una manera suave y delicada lo que en realidad me hacía falta, pero otras voces en mi interior con más fuerza (las que me habían hecho creer), además, de las de los que deciden en principio por ti y luego los que dicen que saben lo mejor para ti más que tú misma, se imponían con tonos autoritarios, confundiendo los mensajes, ahora lo veo claro.

Por eso también sabrás, que he luchando por conseguir estar a tu lado, por escucharte entre tanto "ruido" exterior que permitía entrar (influenciarme), interfiriendo y difuminando tu mensaje, por la paz que en el fondo siempre he sabido que tú sólo tú me traías, te doy las gracias porque me quieres, porque amas todo lo que soy y más aún, amas mis errores y sabes que puedo ser lo que quiera ser.

Esta carta es para ti, mi mente.

Por ti, he cambiado mi rumbo profesional, por ti ahora no sólo he llegado a ti de verdad, sino que puedo ayudar a las personas que quieran conocer a "su mente", creer, quererla y trabajar con ella codo a codo, para construirse ese mundo interior a su manera, a su gusto, con lo que brillaran e iluminaran el camino de los demás.

Mente mía, seguiré escuchando y trabajando en quererte aún más cada día de mi vida... 


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